Primera de las obras de Isócrates con intención de propaganda política. Su título procede de las fiestas religiosas (panegýria) que se celebraban tras los juegos de Olimpia, y en las que tales discursos encontraban un auditorio numeroso. A finales del siglo V aC se había impuesto la costumbre de recitar estos discursos que aconsejaban a los griegos sobre una política general.
En el Panegírico, del 380 aC, Isócrates denuncia la horrible situación de la Hélade, apelando a la unidad de atenienses y espartanos aunque insistiendo en la preponderancia y justicia de Atenas. Al parecer, logró influir en sus contemporáneos, que crearon la segunda liga marítima ateniense (378/377 aC). Este discurso estaba pensado para ser leído por otras personas, y no por el propio orador (que declaró en otra ocasión no poseer voz adecuada y tener un carácter tímido). Hasta ese momento, sólo algún historiador, como Tucídides, había recreado literariamente un discurso. Hubo reacciones, por supuesto, como la de Alcidamas (Contra los que escriben discursos escritos), quien valoraba la improvisación y la adaptación del orador en la asamblea. No obstante, la siguiente generación de oradores fue consciente de las ventajas de un discurso escrito, para extender las ideas políticas en un mundo cada vez más global.
La elaboración de la obra fue larga, y estuvo motivada por los sucesos iniciados por la paz de Antálcidas (387 aC), en la que se impone el arbitraje persa, se suprimen las ligas y se abandona Asia; gracias a Persia, Esparta recupera su hegemonía, e impone su intervención en todo el Peloponeso, impulsada por el rey Agesilao. Todos estos hechos se mencionan con frecuencia en el Panegírico cuyo mensaje, como hemos dicho, es una invitación a la unión de todos los griegos contra Persia, el enemigo común, pero siempre bajo el liderazgo de Atenas.
El esquema, siguiendo la numeración de los epígrafes, es el siguiente:
- 1-14: Exordio (superioridad del espíritu sobre la fuerza física; finalidad de la obra; necesidad de superar discursos del pasado).
- 15-20: Ataques contra el dominio espartano.
- 21-99: Atenas merece la hegemonía (méritos, antigüedad de la hegemonía, autoctonía, larga justificación mítico-histórica -mito de acogida a Deméter, colonización, primeras leyes y constitución, fiestas religiosas, retórica; ayuda militar a los agraviados, Heraclidas; defensa contra los invasores, tracios, amazonas, Darío, Jerjes-. Cohabitación de Atenas y Esparta (civismo, valentía frente al enemigo, competencia o antagonismo entre ellas y no enemistad, guerra contra Jerjes).
- 100-109: Apología del anterior imperio ateniense.
- 110-128: Crítica de la política espartana.
- 129-137: Necesidad de luchar contra Persia, y no entre los propios griegos.
- 138-159: Motivos de la guerra (debilidad de Persia, pues sólo pudo imponerse a los griegos aprovechando sus luchas, y ni siquiera puede subyugar a quienes se sublevan; además, estos hechos había sido probados por la expedición de los Diez Mil; traiciones e impiedad de sus gentes; fama de los versos en que se destruye a los bárbaros).
- 160-169: Circunstancias favorables (sublevaciones de Egipto y Chipre, devastación de Fenicia y Siria, facilidad de obtener aliados en la costa jonia y sus islas).
- 170-186: Reproches a los que gobiernan las ciudades. Ventajas de la guerra (creación de una paz duradera y no de un simple aplazamiento de las hostilidades, ruptura de un pacto que deja en superioridad a los persas, reparación del ultraje que supone la esclavitud de los griegos por los bárbaros).
- 187-189: Conclusión (realiza una nueva advertencia sobre la necesidad de unirse contra los persas, y aconseja abandonar los discursos y disputas para dirigirse a la lucha).
Agradecido por subir este material =) es interesante a la hora de saber un poco mas sobre este autor griego y sobre uno de sus escritos, teniendo en cuenta el contexto politico e internacional de aquel entonces. Muchas Gracias!
ResponderEliminarAl contrario: gracias por la visita y por el comentario. ¡Un placer!
Eliminar