En el año 323 aC, Hiperides fue elegido por el pueblo como uno de los diez acusadores en el caso de Hárpalo. En el proceso contra Demóstenes, pronunció su discurso después de los de Estratocles y el cliente de Dinarco.
El discurso ha llegado al presente muy mutilado, aunque lo conservado basta para conocer los argumentos utilizados por Hiperides: la declaración del Areópago es prueba suficiente de la culpabilidad de Demóstenes, pero es seguro que él no aceptará su decisión, aun cuando fue quien pidió que dicho tribunal dirigiese la investigación; Demóstenes primero confesó que había cogido el dinero, aunque luego lo negara; Demóstenes apoya abiertamente a Alejandro, y por eso dejó escapar una oportunidad para oponérsele; Demóstenes, como Démades, se enriqueció en su vida pública, y se mostró descuidado con el dinero de la ciudad.
Su estado fragmentado dificulta dar un juicio sobre su valor literario. En el exordio, las cuestiones de derecho se exponen con claridad y agudeza, aunque su argumentación se basa únicamente en la declaración del Areópago. Según sus palabras, la decisión del tribunal no admite discusión, y solo sería necesario considerar el grado de culpabilidad de Demóstenes. La indignación frente al amigo corrompido está impregnada de una suerte de tristeza, como cuando opone la avanzada edad de Demóstenes frente a la juventud de sus acusadores. Pero también aparecen pasajes llenos de sarcasmo e ironía, y otros en los que destaca su elocuencia y el vivo cuadro de costumbres que traza.
Este es el contenido del discurso, siguiendo el orden de los epígrafes:
- 1-7. Exordio: fragmentos conservados.
- 7-8. Objeto del discurso.
- 8-14. Narración de los hechos.
- 15-19. La corrupción y la traición de Demóstenes encuentran confirmación en su actitud respecto al dinero de Hárpalo.
- 20-23. Cambio político de Demóstenes y ruptura con Hiperides.
- 24-25. Gravedad del delito de corrupción en un hombre como Demóstenes, debido a su responsabilidad política.
- 26-30. Contraste entre el gran rigor de los oradores hacia los ciudadanos privados, y la indulgencia que el pueblo reserva a los oradores.
- 31-34. Ingratitud de Demóstenes hacia el pueblo y oscilaciones en su actuación política.
- 35-37. No se debe comprometer la seguridad del Estado para salvaguardar las ganancias de algunos particulares.
- 38-40. Peroración, en la que invita a los jueces a dar su merecido a los acusados y condenarlos.