Ilíada, canto decimoquinto: Nueva ofensiva desde las naves

Cuando los teucros hubieron atravesado en su huida el foso y la estacada, muriendo muchos a manos de los dánaos, llegaron al sitio donde tenían los corceles e hicieron alto, amedrentados y pálidos de miedo.
Zeus despierta e increpa a Hera, recordándole la ira que alcanzó cuando ella ponía las cosas difíciles a Hércules. Cuenta luego lo que ha de venir: la llegada a la lucha de Patroclo, su muerte, y la posterior venganza de Aquiles sobre Héctor; esto se cumplirá para honrar la promesa hecha a Tetis. Hera acude al Olimpo.
-¡Cuán necios somos los que tontamente nos irritamos contra Zeus! Queremos acercarnos a él y contenerle con palabras o por medio de la violencia; y él, sentado aparte, ni de nosotros hace caso ni se le da nada, porque dice que en fuerza y poder es muy superior a todos los dioses inmortales. Por tanto, sufrid los infortunios que respectivamente os envíe.
Tal como Zeus le ha pedido, Hera manda a Iris y a Apolo a su presencia, en el monte Ida.
A Iris le encarga avisar a Poseidón para que deje de combatir, y éste, aunque molesto (recordando la repartición del mundo entre los tres hermanos Olímpicos), acaba cediendo al consejo de Iris.
A Apolo le encomienda infundir fuerzas al desvanecido Héctor, espantando a los aqueos.
-Cobra ánimo. El Cronión te manda desde el Ida como defensor, para asistirte y ayudarte, a Febo Apolo, el de la áurea espada; a mí, que ya antes protegía tu persona y tu excelsa ciudad.
Toante exhorta a sus compañero para, reuniéndose los mejores, hacer frente a Héctor. Pero Apolo, con la égida de Zeus, pone el combate del lado troyano.
Entonces, ya extendida la batalla, cada caudillo teucro mató a un hombre.
Los aqueos retroceden hasta las naves, y allí se preparan para defenderse, implorando el apoyo de los dioses.
Patroclo abandona el cuidado del herido Eurípilo, y acude a Aquiles con la intención de incitarle a pelear.
Aqueos y teucros luchan junto a las naves, pero no hay avance significativo. Los hermanos Ayante y Teucro pelean una vez más juntos, oponiéndose a Héctor; en torno a ellos, las muertes se suceden.
Y desde el éter, Zeus protegía únicamente a Héctor, entre tantos hombres, y le daba honor y gloria; porque el héroe debía vivir poco, y ya Palas Atenea apresuraba la llegada del día fatal en que había de sucumbir a manos del Pélida.

5 comentarios:

  1. fataaal no se entiende un bicho bruto

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    1. Amabilísimo comentario. Aunque creo que ha querido decir más bien «no lo», antes que «no se».

      En cualquier caso, este es un resumen de lo que puede encontrarse en el capítulo XV de la Ilíada. Se incorporan fragmentos de la obra prosificada (en azul) que muestran parte de la trama o son agradables desde un punto de vista estilístico. El resto, en blanco, resume el contenido del capítulo.

      Si tiene alguna pregunta en concreto, aquí estaremos para intentar contestarle.
      Si cree que nuestra ayuda no le servirá, ahí tiene la "Ilíada". Lea el texto original.

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  2. Hola, Narrador, creo que hay un erro en le segundo párrafo del resumen, "Tal como Zeus le ha pedido Zeus", pienso que se repite el nombre de Zeus.
    Dejando de lado eso, está buenísimo y me alegra ver cómo has ido ampliando el resumen cada vez más desde el Canto I, me ha resultado mu útil tanto el resumen como las citas que elegiste para acompañarlo. ¡Excelente blog y muchas gracias!

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    1. error* muy* jajaja,¡un saludo!

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    2. XD Muchas gracias por el aviso. Obviamente, sobra un "Zeus" (como si no hubiera suficiente con uno).
      Hemos editado la entrada para subsanarlo.
      De nuevo, ¡gracias!

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