Considerada por los críticos y estudiosos como la pieza oratoria griega de mayor calidad, esta obra fue pronunciada por Demóstenes en el año 330 aC.
Seis años antes, Ctesifonte había propuesto que se le entregase a Demóstenes una corona como premio por sus servicios prestados a favor de los atenienses. Aprobada la propuesta provisionalmente por el Consejo, y antes de la ratificación por la Asamblea, Esquines decidió denunciar a Ctesifonte por ilegalidad. Acusación de la que también tenemos el discurso, pronunciado también en 330 aC, Contra Ctesifonte.
Para Esquines, la propuesta era ilegal por tres motivos: porque Demóstenes todavía ocupaba un cargo público (y las coronas se ofrecían tras la rendición de cuentas); porque en la propuesta se solicitaba que el galardón fuera entregado en el teatro, y no en la Asamblea, donde según las leyes las coronas debían presentarse; y porque los decretos no debían contener falsedades, y a juicio de Esquines, su rival Demóstenes no había beneficiado a los atenienses.
En su propio discurso, Demóstenes hace poco caso a los dos primeros cargos, y se centra en la nobleza y el patriotismo de su actuación como hombre de estado, un esfuerzo personal por recuperar las glorias perdidas de la Atenas de antaño.
Éste es el resumen de su contenido, señalando sus epígrafes:
- 1-8. Exordio.
Éste es el resumen de su contenido, señalando sus epígrafes:
- 1-8. Exordio.
- Invocación a los jueces para que ignoraran que Esquines, en su discurso, les pidió que o bien no escucharan a Demóstenes, o bien le obligasen a seguir el orden establecido en la acusación (1-2).
- Desventaja ante Esquines, pues «es natural disposición de todos los hombres que las injurias y acusaciones se escuchan con placer, mientras que se experimenta disgusto con los que se elogian a sí mismos» (3-4).
- Motivo para defender a Ctesifonte: le afecta a Demóstenes de forma directa, ya que se juega su fama (5).
- Importancia de las leyes que obligan a los jueces a escuchar a ambas partes (6-7). Nueva invocación (8).
- A pesar de las invectivas de Esquines, Demóstenes se va a centrar en sus actos y gestiones públicas, aunque no deja de echar en cara el uso del discurso por su rival, realizado, dice, por enemistad hacia él (9-12). Se pregunta, como ya predijo Esquines en su discurso, por qué motivo no le denunció anteriormente, si es cierto que le veía actuar mal o de forma ilegal (13-14). Ctesifonte como víctima inocente de la rivalidad (15-16).
- Resumen de la situación política en el momento en que Demóstenes inicia su andadura política, en el 354 aC (17-19). A la paz del 346 aC entre Atenas y Macedonia se llegó como consecuencia de esa situación, no por mediación suya, sino de otros individuos (20-24).
- Demóstenes aclara su actuación con los embajadores que ratificarían los juramentos para la paz (25-30). Acusa a Esquines de haber sido pagado por Filipo para evitar que los atenienses actuaran en su contra, lo que causó que el resto de griegos se enemistaran con la ciudad (31-42). Otros personajes que se vendieron a Filipo o se vieron de repente incapacitados para actuar en su contra (43-49). Nueva acusación contra Esquines, tanto como primer responsable como por intentar culpar a Demóstenes (50-55). En toda esta parte, la tradición nos ha legado algunos textos intercalados en el discurso (decretos, una carta, un escrito acusatorio) que son en realidad creaciones no originales (erróneas las más de las veces), falsificaciones de un comentarista posterior.
- Disposición a hablar sobre su vida para defender a Ctesifonte de las acusaciones de Esquines (56-59). La única vía de actuación posible para Atenas era oponerse a Filipo, lo que justifica la actitud de Demóstenes durante la paz (60-74). La paz no fue rota por Demóstenes, ni propuso él los decretos que iniciaron la guerra (75-82). Aún así, por su actuación ganó una corona, en los mismos términos que la propuesta por Ctesifonte, y ni Esquines ni ningún otro puso problemas (83-86). El asunto de Bizancio (87-94). «La guerra que entonces tuvo lugar, sin contar el hecho de que aportó hermosa gloria, os hacía vivir en todo lo tocante al sustento con mayor abundancia y baratura que la paz actual». Hazañas atenienses del pasado: la guerra de Corinto del 395 aC y la defensa contra los tebanos de Esparta, en 370 aC, y de Eubea, en 357 aC (95-101).
- Gestión pública de Demóstenes durante los sucesos inmediatamente anteriores: defensa de su reforma en la organización de las trierarquías en 340 aC (102-109). Sobre la rendición de cuentas: Demóstenes hizo una donación privada, al estilo de los personajes famosos del pasado (110-121). La acusación de Esquines se basa en la envidia, y no es más que un vituperio (122-125). Crítica de Esquines e insultos contra él, tergiversando su actuación pasada (126-138). Sobre la guerra contra Filipo y el Consejo Anfictiónico, con más acusaciones contra Esquines y ensalzamiento propio (139-195). Esta larga parte, que resume y comenta los diferentes hechos bélicos, incluye un famoso pasaje en el que Demóstenes describe la alarma con la que acogen los atenienses la noticia de la toma de Elatea por Filipo (169-170); un pasaje que se ha elogiado como espléndido y modélico de la prosa ática. Lo transcribimos completo a continuación: «Era ya plena tarde y llegó alguien junto a los prítanes anunciando que Elatea había sido tomada. Y tras eso, unos, levantándose, al punto, a la mitad de la cena, echaban a los de las tiendas de la plaza y prendían fuego a los zarzos de mimbres, otros mandaban buscar a los estrategos y llamaban al trompeta; y llena estaba de confusión la ciudad. Y al día siguiente, con el día, los prítanes convocaban al Consejo en su lugar de reunión y vosotros marchabais a la asamblea, y antes de que aquél hubiese tratado asuntos y adoptado resoluciones previas, todo el pueblo estaba sentado arriba. Y después, cuando llegó el Consejo y comunicaron los prítanes lo que se les había anunciado y presentaron al recién llegado y aquél habló, preguntaba el heraldo: '¿quién quiere tomar la palabra?'. Pero nadie se presentaba. Y aunque muchas veces el heraldo repetía la pregunta, no más por ello se levantaba nadie, pese a que estaban presentes todos los estrategos y todos los oradores y a pesar de que la patria llamaba a quien quisiera hablar en defensa de su salvación; pues la voz que emite el heraldo de acuerdo a las leyes, justo es considerarla voz común de la patria».
- Imposibilidad de conocer el futuro, pero necesidad de consejeros sinceros que luchen por la libertad de los ciudadanos: nueva contraposición entre Esquines y Demóstenes (196-211).
- Continúa el relato de los hechos relacionados con Filipo y la batalla de Queronea (212-222): la alianza con los tebanos y el cambio operado en Filipo.
- 297-324. Epílogo. La actuación de Demóstenes y el perfil del buen ciudadano (297-309). «No fortifiqué la ciudad con piedras y con ladrillos ni son éstas las obras de las que más me enorgullezco. Pero si quieres examinar con justicia mis fortificaciones, encontrarás armas y ciudades y países y puertos y naves y caballos y gentes dispuestas a defender a éstos». Ataques contra Esquines por no ayudar a la ciudad ni participar en la defensa de su libertad (310-313). Ejemplaridad de Demóstenes entre los oradores (314-323). Invocación final (324).