La Etiópida

Para intentar conocer algún dato sobre la composición de esta poema debemos remontarnos a la Tabula Iliaca, un conjunto de obras talladas, acompañadas de inscripciones, que forman un resumen ilustrado de las epopeyas del Ciclo. Pertenecen a época cristiana, pero el original del que derivan se remonta al siglo IV aC.

En la Tabula Iliaca se atribuye el poema de la Etiópida a Arctino de Mileto (el mismo al que la Tabula Borgiana hacía autor de la Titanomaquia). Se le tenía por alumno de Homero y nació en la 9ª Olimpíada (744-741 aC), lo que dataría el poema a finales del siglo VIII aC. En esa época Mileto enviaba a los primeros colonos al Mar Negro, lo que podría explicar que en el poema se aluda a la geografía de esa zona. Además, en Mielto existía devoción por Aquiles, figura central de la Etiópida.

Para conocer detalles sobre el contenido del poema, debemos basarnos en Proclo. Si se compara el resumen de este con las referencias de otros autores y los fragmentos conservados, parece que Proclo omitió algunos de los episodios, en su afán de mantener la secuencia de los acontecimientos. Por ejemplo, el suicidio de Áyax, que aparece en la Pequeña Ilíada, también debió aparecer en la Etiópida, aunque Proclo no lo nombre. Igualmente, la caída de Troya, que según Proclo solo aparece en el Saco de Troya, debió tratarse en la Pequeña Ilíada.

Las dudas aumentan al comprobar que ya en época prealejandrina había vacilaciones en las referencias a estos poemas. Así, Aristóteles mismo no distingue el Saco de Troya de la Pequeña Ilíada.

Los estudiosos han propuesto teorías variadas para reducir la importancia del resumen de Proclo. Algunos postularon que solo existió una epopeya, de Arctino, de la que nos quedan los tres poemas que Proclo llama Etiópida, Saco de Troya y Pequeña Ilíada. También se pensó en la posibilidad de que la Ilíada estuviera precedida de once cantos (los de las Ciprias) y seguida por otros once (los cinco de la Etiópida, los cuatro de la Pequeña Ilíada y los dos del Saco de Troya). Otra versión, totalmente contraria, piensa que Proclo reunió en un solo poema los dos episodios principales de la Etiópida (el de Pentesilea, amazona hija de Ares, y el de Memnón, caudillo etíope), apoyándose en una referencia sobre un poema llamado Amazonía.

Contra estas teorías tenemos, por un lado, la existencia de divergencias cuando dos poemas tratan un mismo tema. Y, sobre todo, la referencia de la Tabula Iliaca. Allí el tema posthomérico se retrata en los tres poemas nombradas, y la unidad de la Etiópida es manifiesta, pues se centra en lalas hazañas y la muerte de Aquiles.

Un Aquiles diferente del retratado por Homero. En la caracterización del personaje domina la emoción: no vacila en matar a Memnón tras haber matado a su primera víctima, de quien se había enamorado, aún sabiendo que esto le causará la muerte a su vez. Después de su muerte, la melancolía se mantiene en la súplica de Tetis a Zeus.

Este es el resumen de Proclo:
Sigue a lo que se ha dicho la Ilíada de Homero, tras la cual están los cinco libros de la Etiópida de Arctino de Mileto, cuyo contenido es el siguiente:
La amazona Pentesilea, hija de Ares, tracia de origen, llega junto a los troyanos, dispuesta a combatir como aliada de ellos. Cuando destacaba en la batalla, la mata Aquiles y los troyanos la sepultan.
Aquiles mata a Tersites, al ser objeto de las injurias de este y por haberle echado en cara un supuesto amor por Pentesilea. Después de eso surge una disputa entre los aqueos a propósito de la muerte de Tersites.
Después de eso, Aquiles se embarca en dirección a Lesbos y tras haber celebrado un sacrificio en honor de Apolo, Ártemis y Leto, es purificado del crimen por Ulises.
Memnón, hijo de la Aurora, provisto de panoplia forjada por Hefesto, llega junto a los troyanos, dispuesto a ayudarlos. Tetis le predice a su hijo lo que se refiere a Memnón.
Al producirse un choque, Antíloco muere a manos de Memnón, Luego, Aquiles mata a Memnón. La Aurora le concede la inmortalidad, tras habérselo suplicado a Zeus.
Después de haber puesto en fuga a los troyanos, y al precipitarse contra la ciudad, Aquiles sucumbe a manos de Paris y Apolo. Promovida una violenta lucha en torno al cadáver, Áyax, que logra retirarlo, se lo lleva a las naves, mientras Ulises rechaza a los troyanos.
Luego entierran a Antíoco y exponen el cadáver de Aquiles.
Tetis, llegada con las Musas y sus hermana, entona el planto por su hijo. Después de eso, Tetis, tras arrebatar a su hijo de la pira, se lo lleva a la isla Leuca.
Los aqueos levantan un túmulo e instituyen juegos. A propósito de las armas de Aquiles sobreviene una disputa entre Ulises y Áyax.
Los fragmentos conservados son escasísimos: un escolio de la Ilíada, donde parece que el poema se enlazaba directamente con esta, al sustituir el epíteto de Héctor en su último verso (Así honraban estos el sepulcro de Héctor. Mas llegó la Amazona, hija del magnánimo Ares, matador de hombres) y un par de papiros de Oxirrinco. El primero nos deja un verso, seguramente dirigido a Pentesilea (¿Y tú, mujer, de quién te glorias de ser descendiente?), y el segundo, algo más largo pero muy fragmentado, nos habla de la lucha entorno al cadáver de Aquiles, y su rescate por Ulises y Áyax. Luego contamos con algunas referencias de otros autores. Por ejemplo, tanto Propercio como Juvenal hablan de la larga vida de Néstor, que se lamenta por haber llegado a ver la muerte de su hijo, Antíloco. También Píndaro parece seguir la Etiópida al narrar la muerte de Antíloco en su Pítica VI.

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Si desea saber más sobre la épica arcaica o consultar la bibliografía utilizada, visite nuestra entrada al respecto.

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