Logógrafos, los historiadores arcaicos

Aunque el término era usado en la antigua Grecia para referirse a los autores de discursos jurídicos, llamamos logógrafos a los historiadores y cronistas griegos anteriores a Heródoto.

La mayoría provienen de Jonia, región favorable para la llegada de noticias de países lejanos, como corresponde a una zona a caballo entre oriente y occidente. Escribieron por tanto en dialecto jónico, desarrollando el llamado estilo imperiódico: una prosa de carácter continuo, con reminiscencias temáticas procedentes de la poesía épica.

La crítica que realizan sobre las fuentes de su información es prácticamente nula, limitándose a racionalizar las leyendas en torno a la fundación de las ciudades, realizar las genealogías de las familias gobernantes y mostrar las tradiciones y costumbres de los pueblos.
 
Acusilao de Argos puede entrar, aunque con reservas, en esta clasificación. Vivió su acmé en torno al 500 aC, pero su obra nos ha llegado muy fragmentariamente. En su obra declara tomar la información que transmite de unas tablillas descubiertas en su jardín, pero básicamente parafrasea en prosa las genealogías de Hesíodo.

Cadmo de Mileto es contemporáneo del anterior. Al parecer escribió sobre la fundación de su ciudad y de la región de Jonia. Unos lo consideran el primer logógrafo, aunque otros dudan de su existencia.

Hecateo de Mileto nace alrededor del 550 aC, viviendo hasta el 476. Tras largos viajes se asentó en su ciudad natal, donde ocupó altos cargos y se dedicó a la composición de trabajos históricos y geográficos. Trató de disuadir a sus compatriotas de llevar a cabo la revuelta jonia contra el poder persa, y una vez derrotada ésta formó parte de la negociación, persuadiendo al sátrapa para que permitiera la reconstrucción de las ciudades. Se atribuyen a él los dos rollos llamados Ges Periodos (Viajes alrededor de la Tierra), que son básicamente periplos costeros por Europa y Asia. Se conservan pocos fragmentos de sus Genealogiai, donde sistematiza las tradiciones míticas griegas, con un marcado escepticismo, que procede de las diferentes leyendas encontradas durante sus viajes

Janto de Sardes nació supuestamente en el 503 aC, viviendo hasta mediados del siglo V aC. Obtuvo el premio de poesía ditirámbica de Atenas, y en historiografía su aporte principal fue argumentar las tradiciones locales de carácter mítico con hechos geológicos, lingüísticos, racionales y científicos. Por ejemplo, la existencia de conchas marinas en las montañas de Anatolia le hacen llegar a la conclusión de que esos territorios estuvieron bajo el nivel del mar. En su obra Magiká (Relatos sobre los magos) describe a los sucesores de Zoroastro hasta las conquistas de Alejandro. En la Lidíaca escribió la historia de su país, fijándose en aspectos legendarios, en los linajes de los reyes y en sus hechos, describiendo geografía, etnias, anécdotas y etimologías.

Caronte de Lámpsaco vive aproximadamente entre el 500 y el 465 aC. Es autor de anales de su ciudad, crónicas de reyes lacedemonios e historias de Persia, Libia y Etiopía. Por ejemplo, en Pérsica, crónica anual de las Guerras Médicas, se centra en la figura de Temístocles, introduciendo numerosas digresiones etnográficas.

Helánico de Lesbos ocupa casi todo el siglo V aC, naciendo en torno al 490 y viviendo unos 85 años. Entre sus obras se incluye la primera mención de la fundación de Roma por el troyano Eneas, cuando acompañaba a Odiseo en sus viajes por el Lacio. Escribió cronologías, obras de geografía e historia, particularmente sobre el Ática, distinguiendo lo que consideraba mito e historia verdadera. Su estilo, seco y austero, pretendía relatar las tradiciones como si fueran localmente actuales, y se aprovechó de los escasos registros nacionales y sacerdotales que presentaban algo parecido a un registro contemporáneo. Su influencia sobre la historiografía de Atenas es considerable. Algunas de sus obras son:  Las sacerdotisas de Hera en Argos, recopilación cronológica según el orden de sucesión de estas funcionarias; Carneonikae, una lista de los vencedores de los festivales espartanos; Atthis, historia de Ática del 683 al 404 aC.

Damastes de Sigeo, discípulo del anterior, es autor de genealogías de los héroes de la Guerra de Troya, de una lista etnográfica y estadística de tratados cortos sobre materia poética, sofística y geográfica.

Ferecides de Leros vivió la mayor parte de su vida en Atenas (entre el 450 y el 400 aC aproximadamente). Una historia de su isla natal y un ensayo sobre Ifigenia se han perdido, pero conservamos numerosos fragmentos de un libro de genealogías de dioses y héroes. Modificó las leyendas para ajustarlas al gusto popular del momento.

Hippys de Reggio es autor de historias de Italia y Sicilia.

Glauco de Reggio realizó un tratado sobre antiguos poetas y músicos.

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