Podemos ampliar los datos de la primera aproximación a los sofistas gracias al contenido del volumen editado por la Biblioteca Gredos, que contiene la traducción y las notas de Antonio Melero Bellido y la introducción de Eugenio R. Luján.
El desarrollo de la sofística coincide con el momento culminante del clasicismo helénico: las tragedias de Sófocles y Eurípides, las comedias de Aristófanes, las obras históricas de Herodoto y Tucídides, la creación del Discóbolo de Mirón y de las estatuas de Fideas, o los grandes templos de la Acrópolis ateniense. Todo ello, realizado en la segunda mitad del siglo V aC. En cuanto a la filosofía, pensadores como Demócrito, Anaxágoras o Sócrates ya tenían sus ideas plenamente desarrolladas. Pericles y la democracia ateniense todavía brillaban con esplendor, aunque la rivalidad con Esparta se irá haciendo cada vez más patente.
Otros nombres menos conocidos también participaron en la configuración de la cultura de su época. Son los que globalmente han sido llamados «sofistas», término que vendría a significar «profesionales de la sabiduría»: impartían sus lecciones, y cobraban por ello. Nada negativo o injurioso, de no haber sido porque su primer conocimiento nos llega de la mano de las críticas de Platón, que siempre (en los ficticios Diálogos que componen su producción) los deja en evidencia frente a los razonamientos de su maestro Sócrates.
Los orígenes de los miembros de este grupo {falso grupo, en realidad, pues en la mayoría coinciden en ideas y planteamientos, pero no se relacionan} fueron muy diversos: muchos nacieron fuera de Atenas, desde Tracia a Sicilia, pero pasaron en ella algún período de su vida. Pueden diferenciarse dos grupos, en función de la edad: Protágoras, Pródico y Gorgias entre los más antiguos; Hipias, Trasímaco y Antifonte entre los jóvenes. Esta división puede definirse en un par de diferencias de pensamiento: en los más antiguos se percibe un mayor optimismo respecto de la naturaleza humana y de sus posibilidades de desarrollo (lo que puede relacionarse con la situación política de finales del siglo V aC); y en los más jóvenes se defienden posiciones más radicales, llevando la crítica de la sociedad a extremos de cierta crudeza que escandalizaba a sus contemporáneos.
Sus obras nos llegan en la mayoría de ocasiones en un estado fragmentado, como citas de otros autores. La siguiente lista incluye los sofistas y obras de visión sofística hacia los que dirigiremos nuestra mirada:
- Protágoras.
- Jeníades.
- Gorgias.
- Licofrón.
- Pródico.
- Trasímaco.
- Hipias.
- Antifonte.
- Critias.
- Obras anónimas: el tratado anónimo resumido por Jámblico, los Discursos dobles, el tratado Sobre las leyes, y el fragmento Sobre la música.
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