Dioniso, portador de tirso, grandemente venerado(...)Le pertenecen los banquetes, los queridos hijos, la amistosa alegríay los coros;su majestad el vino pone de manifiesto la naturaleza d elos buenos.Tú, Dioniso, padre suyo, señor de los animados banquetes,que agradas a los hombres que aman las coronas,¡Salve! Danos larga vida, protector de las acciones hermosas.
Un paseo cronológico por las obras de los clásicos griegos y latinos.
Lo que dijeron y lo que ignoraron, a través de una mirada fresca y actual.
«Hay que poner en orden lo que nos transmitieron los antiguos y añadir lo que nosotros mismos hemos descubierto». Pneumática, Herón de Alejandría.
Jon de Quíos
Jenófanes de Colofón
Homero y Hesíodo asignaron a los dioses todo aquelloque entre los hombres es motivo de deshonra y de desprecio:sus robos, engaños y adulterios.
no tratar de batallas de Titanes ni Gigantesni tampoco de Centauros, ficciones d elos antiguos,o de rebeliones violentas, argumentos que nada tienen de útil;y es menester mantener a cada instante piadoso respeto hacia los dioses.
Focílides
Poco se conoce de este autor, salvo que, según Suidas, procedía de Mileto y su actividad tuvo lugar en la segunda parte del siglo IV aC. Los fragmentos que conservamos nos llegan por Isócrates (que lo consideraba un gran consejero para la vida), Platón y Aristóteles.
Supuestamente escribió tanto versos épicos como elegías. De una de sus obras (conocida como Incitaciones, o como Máximas, o incluso Capítulos) nos han llegado 18 fragmentos (16 en hexámetros, 2 en dísticos elegíacos). Al parecer, cada capítulo comenzaba con la expresión «esto también es de Focílides»). Por ejemplo:
También esto es de Focílides: ¿Qué ventaja supone tener linaje noble
a aquellos no agraciados ni en palabras ni en decisiones?
O este otro:
Hay que buscar el sustento; y la virtud, cuando ya tienes eso.
La fama de sus epigramas hizo que se le atribuyeran varias obras, como un poema de 217 hexámetros que pertenecería al período helenístico (pues contiene frases sacadas del Antiguo Testamento).
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Para saber más sobre la elegía puede leer nuestra entrada sobre los Elegíacos antiguos, a los que pertenece Focílides. Allí encontrará la bibliografía utilizada.
Asio de Samos
Conocido ante todo en la Antigüedad como poeta épico, es escaso lo que sabemos hoy de él o de su obra.
Por el estilo de los fragmentos conservados y las citas de otros autores, se ha supuesto que vivió en el siglo VI aC, o quizá en el IV aC.
No nos han llegado ni los títulos de sus obras, ni su cantidad, pero parece que estaba especializado en la épica genealógica, quizá con cierto interés por Beocia y por las costumbres de los habitantes de Samos.
Se conservan 13 fragmentos en hexámetros, además de un breve fragmento elegíaco:
Cojo, marcado a fuego, viejísimo, igual que un mendigo
llegó el alabagrasas, cuando Meles se estaba casando,
sin ser invitado, necesitado de caldo, y en medio de todos
se plantó, como un héroe que surge del barro.
Para saber más sobre la elegía puede leer nuestra entrada sobre los Elegíacos antiguos, a los que pertenece Asio. Allí encontrará la bibliografía utilizada.