Esta tragedia de fecha incierta está relacionada, como muchas otras de Eurípides, con los primeros años de la Guerra del Peloponeso, aunque el tema central está imbricado en un mito muy conocido en la época. Puede verse una versión apologética del humanitarismo ateniense, reflejado en la aceptación de las suplicantes, cuyo coro da título a la obra. La obra se abre con las madres de los argivos caídos en el ataque a las siete puertas de Tebas, refugiadas frente a un altar. Toda la pieza se mueve en un clima de comprensión de los pesares que envuelven al ser humano y de exaltación de una Atenas impregnada de benevolencia y racionalismo ilustrado. En la famosa disputa dialéctica entre el heraldo tebano y Teseo, encontramos una verdadera disertación filosófica sobre las excelencias del régimen democrático y su superioridad sobre el despotismo a ultranza: una loa al sistema encarnado por Pericles y el resto de los hombres de su tiempo. Este mismo tema fue tratado por el mismo autor en los dramas perdidos Erecteo y Teseo.
Muchos estudiosos han considerado Las suplicantes una obra menor e imperfecta, casi un panfleto de glorificación de Atenas. Se dice que la escena que ocupa el quinto episodio no está en relación con el resto, que el debate entre democracia y oligarquía no está bien encajado y resulta anacrónico, que el coro de ancianas madres (que estaba formado por quince coreutas) sólo podía ser de siete y ya había madres fallecidas... Sin embargo, son de resaltar el patente pacifismo que destilan muchas declaraciones de los personajes (que encarnan las ideas de democracia y tiranía por sí mismos) y el reflejo de los sufrimientos de la guerra (cuya vertiente individual explica ese último episodio).
Éste es el esquema de la obra:
- Prólogo. Etra, madre de Teseo (rey de Atenas), se encuentra realizando un sacrificio en Eleusis. Un grupo de ancianas y niños, liderado por Adrasto, rey de Argos, rodean con ramos de suplicantes a Etra y el altar frente al que se halla. Las ancianas son las madres de los siete caídos en Tebas, cuyos cadáveres no son entregados por Creón, el tirano de Tebas. Le piden a Etra que interceda ante Teseo, para que éste las ayude.
- Párodo. Como sucede en otras obras donde el coro comienza como suplicante en un altar, las ancianas cantan su entrada, aunque ya se encuentran en escena. En tres pares de estrofas, exponen la situación, profundizando en sus sentimientos de dolor y desolación.
- Episodio 1º. Entra Teseo buscando a su madre y descubre a las suplicantes. El episodio está formado por dos grandes agones (disputas): entre Teseo y el anciano Adrasto (en un nivel más político que emocional), y entre Etra y Teseo (que es finalmente convencido con argumentos sobre la piedad a los dioses, el respeto a las leyes panhelénicas y el humanitarismo). Teseo desea consultar a Atenas.
No, no, el animal tiene como refugio una cueva, el esclavo los altares de los dioses y un Estado busca cobijo en otro Estado cuando hay tempestad.
Lo haré, voy a tratar de liberar a los cadáveres con la persuasión de mi palabra; pero si no es posible, lo llevaré a cabo con la violencia de la lanza y sin la envidia de los dioses.
- Estásimo 1º. Cubre el tiempo de la consulta, y en dos pares de estrofas pone de manifiesto el debatirse del coro de madres entre el deseo y la duda.
- Episodio 2º. Aparece Teseo dando órdenes a un heraldo para que comunique a Creón su exigencia de que devuelva los cadáveres. Pero llega un heraldo de Tebas. El episodio está de nuevo formado por un doble agón, entre Teseo y este heraldo. En el primero se debate la democracia, se censura la tiranía y se alaba la libertad y el igualitarismo. La segunda parte de la discusión concreta las mismas diferencias entre tiranía y democracia pero en el contexto de la situación del drama. No hay ganador en la disputa, y el episodio se cierra con una orden de movilización total por parte de Teseo para atacar Tebas.
Si recibisteis daño por parte de los argivos, ya están muertos; habéis rechazado al enemigo con honor para vosotros y vergüenza para ellos. Vuestra venganza ha llegado a su término. Dejad que la tierra cubra a los muertos; que cada elemento vuelva al sitio de donde vino a la luz: el espíritu al éter y el cuerpo a la tierra.
- Estásimo 2º. Cubre el tiempo de la lucha en Tebas, y está dividido en dos semicoros que completan dos pares de estrofas: uno confiado en los dioses y en un resultado favorable, y el otro no.
- Episodio 3º. Llega un Mensajero para informar de la victoria de Atenas, y relata la batalla. Reflexión de Adrasto sobre la futilidad de la guerra. Se produce una esticomitía (diálogo verso a verso) entre Adrasto y el Mensajero, en la que se aclara la suerte que han corrido los muertos.
- Estásimo 3º. Canto en un par de estrofas, en el que se entremezcla la alegría del triunfo con el dolor de sus propios muertos.
- Episodio 4º. Desarrolla las honras fúnebres: un kommós o canto de duelo entre Adrasto y el coro, y una oración por los capitanes muertos, salvo Polinices y Anfiarao, cuyo elogio hace luego brevísimamente Teseo por no encontrarse presentes sus cadáveres. Nueva esticomitía entre Adrasto y Teseo, donde deciden realizar la cremación y honras fuera de escena (para evitarles a las madres el sufrimiento), con una pira aparte para Capaneo, que no murió a manos del enemigo, sino abatido por un rayo de Zeus. Nueva reflexión amarga de Adrasto sobre la guerra.
Miserables mortales, ¿por qué tenéis armas y os matáis mutuamente? Deteneos, que alejados de la guerra conservaréis en paz vuestras ciudades con ciudadanos pacíficos. Poca cosa es la vida y es preciso recorrerla hasta el final con la mayor tranquilidad posible y lejos de la desgracia.
- Estásimo 4º. Un treno por los muertos, en una triple estrofa, que cubre el tiempo de la cremación.
- Episodio 5º. Cuenta el suicidio de Evadne, esposa de Capaneo: monodia lírica de Evadne, en el que canta su deseo de una segunda boda con Capaneo en el Hades; diálogo con su padre Ifis; monólogo de éste, que llora su situación después de que Evadne se lance sobre la pira de Capaneo. Un kommós final del coro lamenta la pérdida de sus esposos y padres, e insinúa una venganza por parte de los que ahora son todavía sólo niños (en efecto, según el mito diez años después caería Tebas ante los Epígonos, hijos de los Siete, entre los que destacaba Diomedes, que luego sería uno de los grandes aqueos de la Ilíada).
- Éxodo 1234. Breve diálogo entre Teseo y Adrasto, que acuerdan un pacto de amistad, y aparición de Atenea ex machina, no para resolver un conflicto sino para dar trascendencia inmediata al drama, dando así explicación a la existencia de unos objetos que en la época de Eurípides recordarían una alianza con Argos.
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