El análisis de su lengua y estilo nos permite suponer que este es el discurso de Antifonte más antiguo de los conservados. La intriga y el misterio que se halla en él se tornan en un episodio auténticamente novelesco, lo cual ha hecho que algunos estudiosos se planteen su autenticidad como discurso judicial, planteándolo más como un ejercicio retórico.
Filóneo era amigo del padre de quien pronuncia el discurso y ocupaba el piso superior de su casa. Tenía una concubina a la que había amenazado con abandonar en un prostíbulo. El padre del orador, muerta su esposa, puso una madrastra al cuidado de su hijo, y ella engañó a la concubina para, con la excusa de recuperar a sus respectivos amantes, eliminarlos a ambos. Con ocasión de una celebración, la concubina les da veneno en un bebedizo (creyendo que es un filtro amoroso). Filóneo, que bebió más, muere inmediatamente, mientras que el padre del orador falleció después de veinte días de dolencia. La concubina, tras confesar bajo tortura, fue ejecutada.
El discurso se dirige al hijo de la madrastra, que es quien habla por el bando contrario. Después de usar el tópico de su juventud e inexperiencia, el orador presiona a los jueces para que ignoren el parentesco entre la víctima y la acusada, y se fijen en el propio crimen. Acusa al bando contrario de no permitir la tortura de los esclavos para obtener las declaraciones, lo que ha resultado en que sus versiones no concuerden, y de obstaculizar las indagaciones. Insiste de diferentes formas sobre estos dos puntos, que considera por sí mismos una evidencia. Luego pasa a resumir su versión de los hechos, y finalmente recuerda a los jueces la satisfacción debida a los familiares.
El uso de recursos dramáticos y lo arcaico de la lengua alejan este texto de otras obras de Antifonte. La escasez de innovaciones y la importancia del contenido dramático también son inusuales en él.
Nada permite aventurar una fecha para este discurso, y sólo podemos decir que fue pronunciado en el Areópago, como corresponde a una acusación por homicidio voluntario.
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