Platón: Introducción

Disponemos para este autor de una ingente bibliografía donde elegir. Esta enorme nómina de autores, aunque sea únicamente una muestra de lo existente, nos permitirá obtener una imagen lo más amplia posible de este influyente pensador. En concreto, hemos elegido los siguientes:

  • Para las cartas, la edición de Akal clásica que corre a cuenta de José B. Torres Guerra.
  • Para algunos diálogos, las ediciones de Alianza Editorial en su serie para los Clásicos de Grecia y Roma: Apología de Sócrates, Menón y Crátilo con traducción de Óscar Martínez García; Critón, El político y El sofista traducido por Francesc Casadesús; Ión, Timeo y Critias con traducción de José Mª Pérez Martel; y Parménides de la mano de Guillermo de Echandía.
  • Otros diálogos están editados por Gredos: el tomo con Gorgias, Menéxeno, Eutidemo, Menón y Crátilo, con el trabajo de J. Calonge, E. Acosta, F. J. Oliveri y J. L. Calvo; el tomo con Filebo, Timeo, Critias y las cartas de la mano de M. A. Durán, F. Lisi, J. Zaragoza y P. Gómez Cardó; el tomo con Fedón, El banquete y Fedro con traducciones respectivas de C. García Gual, M. Martínez Hernández y E. Lledó; y el Protágoras también de García Gual.
  • Para La república contamos con una envejecida edición de Espasa-Calpe, en su serie Colección Austral; tan vieja, de hecho (duodécima edición de 1975, mientras que la primera es de 1941), que ni siquiera incluye el nombre de quien realizara la traducción.
  • Para completar, las obras de las que no hemos encontrado edición física pueden obtenerse en la versión electrónica de la obra de Patricio Azcárate, en este enlace perteneciente a la página Filosofía en español.
Las fuentes biográficas más antiguas para este importante autor son sus cartas (sobre todo la número VII, la que con mayor probabilidad es auténtica), redactadas entre los siglos IV y II aC. Con posterioridad aparecen Sobre Platón y su doctrina, de Apuleyo (siglo II); el tercer libro de Vida de filósofos ilustres, de Diógenes Laercio (siglo III); los Comentarios al Alcibíades de Platón, de Olimpiodoro (siglo VI); unos Prolegómenos a la filosofía de Platón (anónimo del siglo VI); y el artículo correspondiente de la Suda (siglo X).

Platón nació en Atenas (o tal vez en la cercana isla de Egina) durante el arcontado de Diotimo (entre el verano del 428 aC y el verano del año siguiente). Fue llamado Aristocles, pero pasó a la posterioridad por su apodo («ancho»), debido a la amplitud de sus espaldas o a la de su frente. Estaba vinculado familiarmente a las esferas aristocráticas menos afines a la doctrina de Pericles, muerto el año anterior: su madre, Perictione, era hermana de Cármides y prima de Critias (uno de los Treinta); su padre, Aristón, era hijo de Aristocles, descendiente de Codro, último rey de Atenas. Platón contaba con tres hermanos: Adimanto, Glaucón y Potone (quien fue madre de Espeusipo, sucesor de su tío al frente de la Academia). Pero Aristón murió (seguramente, poco después del nacimiento de Platón), y su madre casó en segundas nupcias con Pirilampes, un rico ciudadano del círculo de Pericles, con quien tendría a Antifonte. El ambiente familiar, de todas formas, no sería demasiado bueno, porque Platón nunca fue un partidario de la familia como base de la sociedad.

La educación de Platón sería, seguramente, la normal entre las clases acomodadas de Atenas: una educación basada en el conocimiento de la música y la poesía tradicional. Si hacemos caso a las fuentes, Platón se dedicó en sus primeros años a la composición de poemas y tragedias, y participó en certámenes atléticos. Debió de despertarse en él tempranamente el interés por la filosofía, lo que le llevó a relacionarse con Crátilo, discípulo de Heráclito y quien después le pondría en contacto con Sócrates (en torno al 407 aC). La aspiración de Platón hacia la política se vería frenada por los desórdenes producidos por el régimen de los Treinta, y a su caída acogería con optimismo la restauración de la democracia, por más que su trasfondo familiar le hicieran contrario al mismo. Pero la injusticia cometida por los demócratas contra Sócrates (399 aC) le harían apartarse de la vida pública, aunque no abandonara sus aspiraciones por completo, y en su madurez escribiría obras fundamentales para la especulación política (República, Leyes).

Tras la muerte de Sócrates se retiró a Mégara, donde entró en contacto con Euclides. Regresó a Atenas poco después, y en el 395 o 394 aC debió de intervenir en la guerra de Corinto (395-387 aC). En esas mismas fechas inició la composición de sus primeros diálogos, aquellos que se encuentran bajo la influencia de las ideas socráticas. En el 388 aC Platón emprendió viaje a Italia para conocer a los pitagóricos, representados en aquel tiempo por Arquitas de Tarento, quien aunaba en su persona, conforme a las aspiraciones de Platón, al político y al filósofo. De Tarento pasó a Siracusa, donde fue recibido en la corte de Dionisio I, tirano desde dieciocho años atrás. Pero la actitud de Platón no sería excesivamente obsequiosa, y su visita habría acabado de forma un tanto tempestuosa. Otras noticias hacen a Platón viajar a Cirene, Egipto e incluso Persia e India.

Después de regresar a la capital del Ática, en 387 o 386 aC, Platón procedió a la fundación de la Academia, llamada así por establecerse en unos terrenos dedicados al héroe Academo. Esta decisión pudo estar inspirada en los círculos pitagóricos que acababa de conocer. Generalmente se la entiende como una institución de carácter educativo, como nuestras universidades, aunque también se ha visto en ella una asociación libre de filósofos y eruditos. En cualquier caso, distaba mucho de la enseñanza de tipo retórico que se practicaba entonces en Atenas. Allí desarrolló su actividad filosófica en los períodos de madurez y vejez, escribiendo las que quizá sean sus obras más conocidas, antes de visitar por segunda vez Sicilia.

Este viaje se produjo en el 367 aC, tras la muerte de Dionisio I y la sucesión por su hijo, Dionisio II. Fue Dión, tío de este nuevo tirano, el que llamó a la corte a Platón (quien habría despertado en él el gusto por la filosofía durante su primer viaje). Pero al poco de su llegada Dionisio II envió al exilio a su tío, y Platón debió pasar un tiempo en una suerte de arresto domiciliario. Logró regresar a Atenas sin sufrir ningún percance ni romper relaciones con Dioniso, bajo la promesa de regresar a Sicilia, tal y como hizo en un tercer viaje en el 361 aC. Esta vez le apoyaban Dionisio (interesado nuevamente por la filosofía) y Dión (creyendo que podría mediar por él ante su sobrino). Pero las inquietudes filosóficas del primero y las esperanzas del segundo se esfumarían con rapidez: Dionisio rompió con Platón y se incautó de los bienes de su tío, cerrando las negociaciones e incitando a Dión a la búsqueda de soluciones militares (que llegarían en 357 aC).

Platón volvió a Atenas merced a la intervención de Arquitas de Tarento. A su regreso, pasó sus últimos años dedicado a sus ocupaciones en la Academia y a la redacción de sus últimos diálogos, obras de carácter revisionista que abordan críticamente sus planteamientos anteriores y abandonando el idealismo político. Verbigracia, entre ellos destaca Leyes, programa político más pragmático que el propuesto en la República. Moriría en el 347 aC, con ochenta y un años a sus espaldas. La Academia se encargó de propagar sus ideas y conservar su abundante corpus, sobreviviendo hasta el 529 aC, cuando Justiniano la clausuró al considerar que iba en contra del cristianismo.

La vasta obra de Platón no puede fecharse con certeza, pero pueden formarse períodos de escritura. Éstos se definen a partir de criterios estilísticos y de líneas de pensamiento, con toda la inseguridad que ello conlleva. Es interesante observar cómo Platón nunca usaba personajes vivos en sus obras, y cómo no mostraba reparos en crear situaciones anacrónicas, al situar la narración de un diálogo años atrás, pero con la aparición de algunos sucesos ocurridos poco antes. De sus obras, tenemos un primer grupo donde encontramos una mayor influencia socrática, domina el interés por asuntos morales y se usa el método de la refutación: Apología de Sócrates, Critón, Lisis, Laques, Cármides, Eutifrón, ambos Hipias menorIónGorgiasProtágoras. Entre sus obras de madurez se encuentran las más famosas, que se centran en cuestiones metafísicas: Menón, Menéxeno, Eutidemo, Fedón, El banquete, RepúblicaCrátilo y Fedro. Y sus últimos diálogos, críticos con su pensamiento anterior, serían Parménides, TeetetoSofista, Político, Timeo, FileboLeyesCritias. Otras obras, como Alcibíades, Hiparco, y la mayoría de sus cartas, se consideran apócrifas. Una entrada se ocupa de esos diálogos dudosos. Éste es el orden en que las estudiaremos aquí, consideradas dentro de la cronología que hemos visto más arriba, y con un par de notas que permiten situarlas en el tiempo:
  • Apología de Sócrates. Suspuesto discurso de defensa de su maestro. Se escribiría poco después de los hechos, en el 399 aC.
  • Critón. Sobre el acatamiento de las leyes, incluso bajo la injusticia.
  • Lisis. Sobre la amistad.
  • Laques. Sobre el valor y la dificultad de definir la virtud.
  • Cármides. Sobre la sabiduría o, más bien, sobre lo que no es sabiduría.
  • Eutifrón. Sobre la piedad.
  • Hipias menor. Sobre la mentira, resaltando los erróneos planteamientos sofistas.
  • Ion. Sobre la inspiración poética. Datado entre 394 y 391 aC.
  • Protágoras. Sobre la sofística y la definición de virtud.
  • Hipias mayor. Sobre la belleza.
  • Primer viaje a Sicilia, en el 388 aC.
  • Fundación de la Academia, en el 387 o 386 aC.
  • Menón. Sobre la adquisición de la virtud.
  • Gorgias. Sobre los principios morales que conducen al bienestar político.
  • Eutidemo. Discusión entre la dialéctica y la erística. Escrito entre 388 y 385 aC.
  • Crátilo. Diálogo sobre la imposibilidad de llegar al conocimiento mediante el lenguaje. Fue escrito en algún momento entre 387 y 367 aC.
  • Fedón. Sobre la inmortalidad del alma.
  • El banquete. Sobre el amor. Escrito entre 384 y 379 aC, a pesar de que su acción transcurre en el 416 aC.
  • República (cuya lectura hemos dividido en dos: los libros I-V y los libros VI-X). Sobre lo justo y lo injusto, y el establecimiento de un Estado perfecto.
  • Menéxeno. Falso discurso fúnebre, con intención paródica. Posterior al 387 aC, aunque no demasiado, pues se nombra la paz de Antálcida.
  • Fedro. Diálogo de temática variada, que toma diversos discursos sobre el amor para realizar una crítica a la retórica sofista. Escrito probablemente hacia 370 aC.
  • Segundo viaje a Sicilia, en el 367 aC.
  • Parménides. Objeciones a la teoría de Ideas e hipótesis sobre el Uno.
  • Teeteto. Sobre la naturaleza del saber. Se escribió con posterioridad al 369 aC (pues se nombra una batalla en Corinto, de la que vuelve herido Teeteto). Además, hay una referencia a un diálogo entre Sócrates y Parménides, lo que indicaría su posterioridad con respecto a la obra anterior.
  • Sofista. Sobre la naturaleza del no ser y la apariencia, tomando la forma de un método de «caza» al sofista. Escrito entre 370 y 360 aC. Aparecen referencias al diálogo con Parménides y a la parte final del Teeteto.
  • Político. Se analiza el método filosófico por un triple camino, mientras se busca una definición del personaje político. Está bastante claro que continúa la obra anterior.
  • Tercer viaje a Sicilia, en el 361 aC.
  • Timeo. Sobre la creación del mundo y el hombre. Se realiza en él una recapitulación de lo tratado «el día anterior», coincidiendo con los temas centrales de La república. Así mismo, aparece un programa que anticipa la obra Critias.
  • Filebo. Sobre el placer y el intelecto, y su participación en una vida de bien.
  • Leyes. Dividida en dos lecturas: los libros I-V y los libros VI-XII. Obra de vejez. Se menciona una victoria de Siracusa sobre Locri, que podría referir la toma de esta última en 356 aC.
  • Las cartas VII y VIII, las que probablemente sean auténticas, fueron escritas en torno al 353 aC. En este punto es donde estudiamos todas las epístolas platónicas.
  • Critias. Sobre la organización de la Atenas primitiva y la Atlántida. Al estar incompleta, se piensa que  Platón podría haber estado trabajando en esta obra en el momento de su muerte.
  • Muere Platón, en el 347 aC.

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