Seguimos para este autor la edición de la editorial Gredos, con introducciones, traducción y notas de José Luis Calvo Martínez.
El padre de Lisias, Céfalo, fue un rico siracusano que se estableció en Atenas por sugerencia de Pericles. Murió allí hacia 429 aC, tras treinta años como meteco. Platón nos dejaría un digno recuerdo suyo al hacer transcurrir en la casa de Céfalo la acción de la República, donde se cita a Lisias, y a sus hermanos Polemarco y Eutidemo (quien daría nombre a otro diálogo). Se desconoce la fecha de nacimiento de Lisias, situada en el 459 aC por los biógrafos antiguos, y más modernamente en torno al 445 aC. Lisias y su hermano mayor acudieron a Turios, joven colonia proateniense en la Magna Grecia (según los biógrafos antiguos, en el año de su fundación, el 444 aC). Allí prosperaron rápidamente, y Lisias recibió lecciones de retórica del célebre Tisias. Pero el sentimiento antiateniense originado por la derrota en Sicilia (415 aC), les hizo regresar, y Lisias alternó su afición por la retórica con la dirección de una fábrica de armas. Los Treinta, al acceder al poder, confiscaron sus bienes y los de su hermano Polemarco, a quien ejecutaron. Huido a Mégara, Lisias apoyó la restauración de la democracia, y logró su sueño de llegar a ciudadano ateniense sólo durante unos meses (el Consejo, empero, no refrendó el decreto de Trasíbulo).
Su fuerza de orador se reveló en una situación muy particular: la acusación contra Eratóstenes, uno de los culpables de la muerte de su hermano. El propio Lisias, a pesar de no tener éxito en su intento de recuperar bienes y ciudadanía, comprobó que podía ganarse el sustento escribiendo hábiles defensas para los que tenían que intervenir ante los tribunales. Una figura, la del logógrafo, ilegal y socialmente mal considerada, ya que las partes de un proceso debían actuar en nombre propio. Pero las desigualdades culturales entre los ciudadanos hicieron surgir este tipo de asesores jurídicos (ya que no sólo escribían el discurso). Sabemos que Lisias se mantendrá en activo hacia el 380 aC, pero los biógrafos antiguos nos dicen que murió con ochenta años cumplidos.
Algunos achacan a Lisias inconstancia, versatilidad o quizá oportunismo
en sus ideas políticas; esto puede deberse a que sus obras eran
encargadas, o bien a un amargo escepticismo sobre las personas,
resultado de los desengaños de su vida. Al contrario de lo que sucede en el
caso de Demóstenes, cuyos discursos políticos poseen un significado y
valor histórico evidente, Lisias es, simplemente, un brillante y eficaz
abogado, más interesante tal vez para un especialista en Derecho. Sin
embargo, su creación influyó decisivamente en la creación de la prosa
ática artística: debido a la pureza y sencillez de su lenguaje, buena
parte de los críticos antiguos lo propusieron como modelo a seguir. Platón, al contrario, plantea en el Fedro su teoría retórica, y lo hace realizando una deconstrucción de un discurso de Lisias: el Amatorio (discurso XXXV) que supuestamente lee Lisias a Sócrates no es, probablemente, obra del propio orador, pero es significativo que sirva para expresar, por contraste, la teoría platónica sobre la Retórica.
La maestría de Lisias comienza por ocultar los mecanismos que rigen la composición del discurso, dejando la impresión de una completa falta de artificio y esfuerzo. Su pureza y precisión no puede captarse en la traducción, pero era causa de gran admiración entre los antiguos. Inaugura así un estilo de prosa literaria más cercano al hombre de la calle, opuesta a nombres conocidos como Gorgias o Tucídides, donde primaban la claridad y la concisión frente a procedimientos algo rígidos como el paralelismo o la antítesis. Su habilidad para la etopeya (esto es, la creación del carácter de sus personajes a través del lenguaje) es extraordinario, y capaz de hacer pasar al acusado como honesto o buen patriota, logrando mantener despiertos a los jueces y, con suerte, engañándolos para votar a su favor. El lector atento puede quedar en ocasiones con la impresión de que la acción narrada pudo ser muy diferente, y se echan en falta en no pocas ocasiones los discursos de la parte contraria.
De la abrumadora lista de títulos asociados a su nombre (según Dionisio de Halicarnaso serían 425 discursos) deben descartarse muchas atribuciones (ya comenzaron a hacerlo en época de Augusto), hasta quedar en 128 obras prácticamente seguras, pero de las que sólo nos han llegado entre 30 y 40, más o menos completas, y el título de otras 143, transmitido junto a una corta cita gracias a la obra de Harpocración, filólogo del siglo I-II dC. En ocasiones los discursos nos llegan incompletos no por su estado de conservación, sino porque ya lo eran cuando fueron escritos: el logógrafo podía escribir sólo una parte del discurso, como la narración o la argumentación, y dejar el resto a su cliente. Ésta es la lista de los mejor conservados, que trataremos en sucesivas entradas independientes. Tradicionalmente se han ordenado según la clase de proceso, pero aquí, como ya es habitual, seguiremos la cronología en lo posible.
- XX. Discurso de defensa en favor de Polístrato por subversión de la democracia. No puede atribuirse a Lisias, ya que habría que fecharla en 410/409 aC.
- XXXIV. Sobre no derrocar la constitución tradicional en Atenas. Su autoría es muy segura, pero sólo podemos suponer la fecha como cercana a la restauración democrática de los Treinta: el 404 aC.
- XII. Discurso contra Eratóstenes. Su autoría es segura, así como su fecha de composición, el 403 aC.
- XXI. Discurso de defensa por venalidad. Anónimo. Su autoría es prácticamente segura. No puede ser posterior al 403/402 aC.
- XXIV. En favor del inválido. Discurso de «examen». No puede fecharse, aunque no puede ser muy posterior a la época de los Treinta (404 aC).
- I. Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes. Breve muestra del género forense. Su autoría es prácticamente segura. Su fecha de composición es posterior al 403 aC.
- XXXII. Contra Diogitón. Su autoría es prácticamente segura. El juicio tendría lugar en el 401/400 aC.
- VI. Contra Andócides, por impiedad. Su atribución a Lisias es seguramente errónea. La fecha de composición es el año 399 aC.
- XXX. Contra Nicómaco. Fue compuesto en el 399 aC.
- XVIII. Sobre la confiscación de los bienes del hermano de Nicias. Sólo contiene el epílogo. Su autoría es prácticamente segura, y su fecha se encuentra entre el 403 aC y el 396 aC.
- XXXI. Contra Filón. Proceso de examen. No existe indicio para fecharlo, salvo el hecho de que no puede ser muy posterior a la restauración democrática ateniense. Algún estudioso lo sitúa tentativamente en el 398 aC.
- VII. Discurso de defensa sobre el tocón de un olivo sagrado. Proceso por impiedad. Se calcula que fue compuesto en el 397/396 aC o poco después.
- XVII. Sobre los bienes de Eratón. Su fecha de composición es el 397/396 aC.
- XIV y XV. Contra Alcibíades, por deserción y por no alistamiento. En realidad, ambos pertenecen al mismo proceso, en que el asusado se unió a la caballería en lugar de a la infantería. Escritos en el año 395/394 aC.
- III. Defensa frente a Simón. Un proceso de «herida con premeditación». Su autoría es prácticamente segura. No puede ser muy posterior al 394 aC.
- XXIII. Contra Pancleón. Discurso de acusación porque no era de Platea. Podría fecharse entre el 403 aC y el 386 aC.
- II. Discurso fúnebre en honor de los aliados corintios. Muestra del género epidíctico. Se trata de un tema algo trillado. Su creación puede situarse en el 393/392 aC o en el 386 aC.
- XVI. En favor de Mantíteo. Discurso de defensa ante el consejo Su autoría nunca se ha puesto en duda. Su fecha se encuentra entre el 394 aC y el 389 aC.
- IX. En favor del soldado. Otro proceso por injurias, o más bien por confiscación de bienes debidas a la multa por dichas injurias. Su atribución a Lisias es discutida, pero no con argumentos de peso. Podría corresponder a cualquier año entre el 395 aC y el 387 aC; o bien ser posterior a Lisias, del 333/332 aC.
- XXVII. Contra Epícrates. Juicio público por malversación. Fue compuesto en algún momento entre el 395 aC y el 386 aC.
- XXVIII. Contra Ergocles. Otra causa por malversación. Sólo contiene el epílogo. Su fecha es el 389 aC.
- XXIX. Contra Filócrates. Proceso por malversación. Sólo contiene el epílogo. La fecha de composición coincide con la del anterior, o como mucho al año siguiente, en 388 aC.
- XXXIII. Discurso olímpico. Los hechos del discurso hacen referencia a la Olimpíada del 388 aC, o tal vez a la siguiente, en el 384 aC.
- XIX. Sobre los bienes de Aristófanes. Su autoría es prácticamente segura, y fue compuesto en el 387 aC.
- XXII. Contra los vendedores de trigo. Su autoría es prácticamente segura, y debió componerse en 386 aC.
- X y XI. Contra Teomnesto (I y II), siendo el segundo un resumen del primero. Con mucha seguridad fechado en el 384/383 aC.
- XXVI. Sobre el examen de Evandro. Su autoría nunca ha sido rebatida. Fue compuesto a mediados del 382 aC.
- IV. Sobre una herida con premeditación. Sólo contiene parte de la demostración, con el inicio corrupto, y el epílogo. Su autoría es prácticamente segura, pero nada podemos decir de la fecha de composición.
- V. En favor de Calias. Discurso de defensa por sacrilegio. Una causa de impiedad. Sólo contiene la demostración, cuyo inicio está mutilado. Con tan escaso material es imposible precisar una fecha o siquiera plantearse la cuestión de su autenticidad.
- XIII. Contra Agorato. Su autoría es prácticamente segura, aunque desconocemos muchos datos del discurso.
- XXV. Discurso de defensa por intentos de derrocar la democracia. Su autoría es prácticamente segura, aunque nada sabemos de su fecha.
- XXXV. Discurso amatorio. De contenido banal. Es probablemente sólo una invención de Platón.
- VIII. Discurso de acusación contra los socios por injurias. Tiene una calidad muy inferior, y no pertenece a Lisias. Ni siquiera es un discurso forense. Ciertos rasgos lingüísticos apuntan a una fecha bastante posterior.
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