En el año 401 aC, un príncipe persa llamado Ciro decidió sublevarse contra su hermano, Artajerjes II, recién proclamado rey del Imperio Persa. Ciro, menor que su hermano, reclamaba el trono por haber sido el primer hijo «nacido en la púrpura» (esto es, después de la entronización de su padre, Darío I). Para perseguir su objetivo, formó un gran ejército, en el que se incluyeron diez mil mercenarios griegos. Entre ellos se encontraba Jenofonte, y el relato de su viaje conforma una de las obras más famosas de la historia universal.
Jenofonte debió iniciar la redacción de la obra a comienzos de su estancia en Escilunte (385 aC), alcanzando con su relato hasta el capítulo 3 del libro V. Más tarde continuaría la historia a partir de ese punto, escribiendo poco después de su llegada a Atenas (368 aC). Otros cuatro autores también escribieron sobre este hecho: Ctesias, participante de la expedición y, tras ser capturado, médico de Artajerjes II, de cuya obra sólo nos quedan fragmentos; Soféneto, el general arcadio de la expedición, cuya Anábasis se ha perdido casi por completo; Diodoro de Sicilia, ya en el siglo I aC, que transmite el relato de Éforo (siglo IV aC), también perdido; y Plutarco (siglos I-II) quien en la Vida de Artajerjes recoge sucintamente la sublevación de Ciro.
Si el relato de estos hechos es peculiar no es ya por el gran tamaño del ejército mercenario, en un número mucho mayor de lo usual en las ciudades griegas, sino porque la muerte de su patrono, y posteriormente el asesinato de sus generales convirtió a los Diez Mil en el primer ejército mercenario errante. Su viaje puede dividirse en cuatro partes:
- El camino con Ciro hasta la batalla de Cunaxa, sirviendo como mercenarios (libro I). Es decir, la anábasis (marcha tierra adentro) propiamente dicha.
- El camino desde Cunaxa hasta la colonia griega de Trapezunte, en el mar Negro, en el que forman un ejército independiente que debe abrirse paso entre pueblos bárbaros (libros II-IV). Esto formaría una katábasis (marcha hacia el mar).
- El camino desde Trapezunte hasta Bizancio, como ejército independiente que marcha por las colonias griegas (libros V-VII 1). Aquí podríamos hablar de una parábasis o marcha paralela a la costa.
- Al servicio de Seutes, convertidos de nuevo en un ejército mercenario, el primero que un tracio reclutó entre los griegos (libro VII).
Pero aunque hablemos de ejército mercenario reclutado, el carácter de los griegos dotaba a los Diez Mil de una estructura peculiar. Así, Ciro no ordena qué hacer a los diferentes generales (y ocho controlaban el ejército, uno por cada región griega), sino que les persuade. Y éstos tampoco ordenan directamente a sus hombres, sino que exponen el caso ante la asamblea de soldados. Se ha dicho que este ejército formaba una suerte de polis itinerante, con todos los soldados como ciudadanos en igualdad de derechos, y los oficiales desempeñando el papel de órgano ejecutor de las órdenes.
A lo largo de la obra, Jenofonte habla de sí mismo en tercera persona, con un carácter apologético ante sus compatriotas atenienses y griegos en general, por haberse embarcado en la aventura de un príncipe persa. Parece que exagera con respecto a su mando durante la segunda parte del viaje (mientras que el resto de la obra puede considerarse completamente histórico), sobre todo al atribuirse las ideas tácticas durante los enfrentamientos militares. Esto responde además al objetivo de ofrecer un modelo ético y social, pues en la narración, tras la muerte de Ciro, Jenofonte es el único general que reúne todas las cualidades que debe tener un jefe, mientras el resto son mostrados con algún defecto importante. Da a entender implícitamente que todas sus virtudes se deben a su conducta piadosa, y sus constantes referencias a los sacrificios realizados lo sitúan en la línea tradicional del pensamiento griego, más cerca de Heródoto que de Tucídides.
Aunque no son abundantes, las descripciones naturales de Jenofonte, referidas a la caza o a la vegetación de la zona, resultan frescas y amenas, y logran quitar peso a la simple narración de los hechos.
A continuación, un somero resumen de los dos primeros libros de la obra, dejando el resto para posteriores entradas. La división en siete libros, y los capítulos y parágrafos en que éstos se dividen es muy posterior a Jenofonte (pues no aparece mencionada hasta el siglo IV).
Libro I
- Fallecimiento del rey persa Darío II, entronización de Artajerjes II y acusación de Tisafernes, anterior sátrapa de Asia Menor, sobre Ciro por conspiración. Apresamiento y liberación de Ciro, propiciada por la madre de ambos. Preparativos de Ciro para destronar a su hermano: reclutamiento de las tropas griegas.
- Comienza la Anábasis, o marcha al interior del Imperio Persa desde Sardes (Lidia), en 88 etapas.: inicio de la expedición; recorrido de 36 etapas por Lidia, Frigia, Licaonia, Capadocia y Cilicia hasta Tarso.
- Negativa de los mercenarios griegos a proseguir la marcha, ya que creen que han sido engañados sobre el objetivo de la misión de Ciro, el territorio de los písidas. Acuerdan continuar merced a los esfuerzos retóricos de Clearco, aun sospechando que la expedición es contra el rey persa, bajo la promesa de un aumento de sueldo.
- Continúa la Anábasis: recorrido de 28 etapas por Cilicia y Siria, hasta la frontera con Arabia. En Tápsaco, antes de cruzar el Éufrates, Ciro comunica el verdadero objetivo de la expedición. Segundo plante de los soldados, resuelto con un nuevo aumento de sueldo.
- Recorrido de 18 etapas por Arabia. Sobre los víveres. Incidente entre los generales griegos Clearco y Menón, causado por una discusión entre sus hombres, y por su propio orgullo. Próxeno logra interponerse en el inminente enfrentamiento, y Ciro calma los ánimos.
- Traición, juicio y ejecución de Orontas, un noble persa que trató de pasarse a Artajerjes con un gran número de caballería.
- Finaliza la Anábasis: recorrido de las últimas 6 etapas por Babilonia, hasta Cunaxa. Revista del ejército; arenga y promesas de Ciro (tras la tercera etapa). Enumeración de los efectivos de ambos bandos.
- Batalla de Cunaxa, kilómetros al norte de la ciudad de Babilonia. La descripción es vívida, rápida, y no por ello poco minuciosa. Victoria del frente griego (sin llegar a luchar, pues el ala izquierda persa huye ante su avance), pero derrota y muerte de Ciro y de su guardia personal, enfrentada al rey persa y sus guardias, tras hacer huir a la caballería del centro persa.
- Retrato elogioso de Ciro (bastante exagerado, al buscar únicamente un modelo de conducta): educación junto al rey, lealtad hacia él, justicia, etc.
- Últimos choques de la batalla: el ejército del rey irrumpe en el campamento de Ciro y pone en fuga al contingente bárbaro; los griegos atacan al ejército persa, que huye, y creyendo la batalla ganada regresan luego al campamento, ya saqueado y sin víveres.
Libro II
- Por medio de sus emisarios, Arieo, lugarteniente de Ciro, les comunica a los griegos la muerte de su señor, y les pide que regresen con él a Jonia. Se envían a Arieo unos negociadores. El rey persa, por su parte, exige la rendición total de los griegos y la entrega de sus armas, a lo que se niega Clearco en nombre de todos los griegos.
- Clearco asume el mando tácitamente. Los griegos llegan al campamento de Arieo y concluyen una alianza con él. Comienza la marcha de regreso, que por consejo de Arieo transcurrirá por diferente camino que el de ida.
- El rey persa envía heraldos para negociar una tregua con los griegos. Se entrevistan Tisafernes y Clearco, forjándose un acuerdo de tregua.
- Las tropas griegas desconfían de Arieo y Tisafernes. Los griegos y los persas reanudan la marcha, juntos pero cada grupo con su propio campamento y su propio orden de marcha. La tensión entre los grupos causa varios incidentes en las 19 etapas recorridas.
- Clearco se reúne con Tisafernes para evitar suspicacias, acordando una amistad. Traición de los persas: Tisafernes apresa a los generales griegos para llevarlos a Babilonia y ajusticiarlos, y aniquila a varios capitanes. Arieo comunica a los griegos el apresamiento de Clearco por traicionar los juramentos (habiendo sido denunciado por Próxeno y Menón) y exige la rendición total. Los griegos se resisten a creer esas mentiras, y Jenofonte solicita la presencia de Próxeno y Menón.
- Retrato de los cinco generales ejecutados: Clearco, Próxeno, Menón, Agias y Sócrates, entroncando sus caracteres en el ámbito militar.
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