Esta adaptación sobre la muerte de Heracles se ha considerado la menos viva de entre las obras conservadas de Sófocles. Ignoramos no sólo el momento en que se escribió, sino también en qué grado recupera o adapta antiguos materiales sobre el mismo tema (La toma de Ecalia de Creófilo de Samos, la visión de Pisandro, y el poema épico Heraclea de Paniasis).
Las traquinias posee una forma en dos partes, en las que Deyanira y Heracles son, respectivamente, centro de la acción dramática de la primera y la segunda, ésta más breve. Son pues dos figuras que en Sófocles no comparten su destino (ni siquiera coinciden en escena), sino que aparecen encadenadas una a la otra. Deyanira no pertenece a la galería terrible de mujeres vengativas, falsas e hipócritas, sino que está dotada de una humanidad muy atractiva. Sin saberlo, causa la muerte de Heracles, pero luego se suicida; además, anteriormente no ha dirigido su rabia contra la muchacha cautiva que ha causado que el héroe le abandone. Por su parte, Heracles aprende el verdadero sentido del vaticinio relativo a su muerte y reconoce la ordenación del cielo.
Prólogo. Deyanira declara a su nodriza su preocupación por Heracles, que lleva quince meses sin volver. Envía a Hilo, su hijo, a buscarlo.
Párodo. Entrada del Coro, compuesto por mujeres de Traquis. Piden al Sol que les diga dónde se encuentra Heracles, ignorando que ha llegado a Eubea, e intentan tranquilizar a Deyanira.
Pues estoy enterada de que la siempre disputada Deyanira, con corazón anhelante, como un infortunado pájaro, nunca adormece el deseo de sus ojos ya sin lágrimas, sino que, alimentando un temor obsesivo por el esposo a causa de su marcha, se consume en el lecho vacío de varón, llena de inquietud, esperando, desdichada, un funesto destino.
Episodio 1º. Deyanira le cuenta al Coro el motivo de su preocupación: ya se ha cumplido el plazo señalado por el oráculo. Acude un mensajero y anuncia la llegada de Heracles. Entra luego Licas, el heraldo, quien cuenta una historia sobre Yole que resulta desmentida por el mensajero. Licas reconoce la verdadera historia de la joven, objeto de la pasión de Heracles.
Estásimo 1º. El Coro recuerda el día en que Deyanira fue el premio de Heracles tras su lucha contra Aqueloo.
Episodio 2º. Deyanira confía al Coro su plan para recuperar el amor de Heracles. Le envía al héroe la túnica que ha untado con el filtro de amor que le dio el centauro Neso. Licas parte para entregársela.
En efecto, no creo haber recibido a una doncella, sino a una desposada, igual que un marinero recibe la carga, desastroso negocio para mi corazón. Y ahora somos dos las que esperamos los abrazos bajo la misma manta.
Estásimo 2º. El Coro celebra la vuelta de Heracles y el amor que causará el hechizo.
Episodio 3º. Deyanira transmite al Coro su temor de que algún peligro aceche a Heracles por el manto. Llega Hilo y describe los sufrimientos del héroe, que mata a Licas en su dolor.
Veo que he llevado a cabo una terrible acción, pues, ¿por qué motivo y en agradecimiento de qué me iba a ofrecer el centauro al morir un favor a mí, que era la causa de que sucumbiera? No es posible, sino que, deseando que pereciera el que arrojó la flecha, me estaba engañando. Y yo demasiado tarde llego a la comprensión de esto, cuando ya no aprovecha.
Estásimo 3º. El oráculo se ha cumplido: el asesino de Heracles es Neso, aunque la mano inconsciente ha sido la de Deyanira.
Episodio 4º. Anuncio y descripción de la muerte de Deyanira.
Pues no hay mañana hasta que se acaba con bien el día presente.
Estásimo 4º. El Coro lamenta la agonía de Heracles y la muerte de su esposa.
Éxodo. Heracles lamenta su destino y da las últimas órdenes a su hijo.
Y ahora, así, sin fuerzas, deshecho, estoy destruido por un destino aciago, ¡desventurado!
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