Retornos
Poema
sobre la vuelta a casa de los héroes aqueos una vez acabada la guerra de
Troya. El único fragmento conservado sigue muy de cerca la Odisea (canto XVI), con Telémaco despidiéndose de la corte de Menelao y Helena, en Esparta. Quizá el poema fuera cantado allí.
Helena. Palinodias
Algunos testimonios de la Antigüedad hablan de que Estesícoro escribió un poema sobre Helena
en el que seguía la versión homérica (la heroína abandonando a Menelao
por Paris); posteriormente, el poeta, tras ser cegado por los dioses, habría escrito otro
canto, una palinodia
en que se desdecía de sus anteriores afirmaciones. No hay que olvidar
que Helena recibía culto divino en Esparta, lugar donde Estesícoro
cantaba sus poemas, y al parecer en su Palinodia el poeta
atacaría a Homero (porque escribió que Helena marchó a Troya) y a
Hesíodo (retrasando la aparición del 'fantasma' de Helena antes de su
rapto anterior, por el rey de Egipto). Estesícoro, por tanto,
reivindicaba la castidad de Helena, quien no habría dejado Esparta según su
última versión.
No es verdad ese relato: ni te embarcaste en las naves de hermosos bancos ni llegaste a la ciudadela de Troya.
Orestea
El
poema sirvió de modelo a la trilogía de igual título de Esquilo. Los
fragmentos son escasos, y refieren el momento en que Apolo entrega su
arco a Orestes. Debió
recitarse en una fiesta primaveral espartana, y seguramente finalizaba
con la purificación del héroe (el juicio en el Areópago es invención
posterior).
Europea
No hay fragmentos de este poema, que es citado en una referencia. El título viene por el rapto de Europa (por Zeus, en forma de toro), que constituiría un episodio
central. El poema se ocuparía de la historia de la familia de Agenor,
con el viaje de Cadmo y la fundación de Tebas, y la historia de sus
hijas y descendientes. Su fuente sería Hesíodo (la Teogonía y los Catálogos de mujeres), así como la Europea de Eumelo de Corinto.
Cicno
Poema en torno al bandolero Cicno, vencido por Heracles. No ha llegado a nuestros días. Se inspiraba en el Escudo (que
Estesícoro atribuía a Hesíodo), y dio lugar al refrán "ni Heracles
contra dos", ya que el héroe no sólo venció al bandido, sino a Ares, su
padre y protector.
Trenética popular
Nos quedan referencias a tres poemas (Cálice, Rádine, Dafnis),
versiones literarias de poesía erótica-trenética cantada en fiestas que
tenían relación con el ciclo vital. Encontramos temas como el del héroe
que desaparece o muere, o el de la heroína que busca su amor en vano y
se suicida. El libro que los contenía podría haberse llamado Paideia o Paidiká ("Cantos de Jóvenes"). El único fragmento conservado contiene el comienzo de Rádine:
Ea, Musa melodiosa, comienza el canto ... sobre los jóvenes de Samos, mientras tocas tu amada lira.
Fábulas
Personaje político (ya fuera
en Hímera o en la Italia meridional), Estesícoro usó la fábula a modo de
ejemplificación. Únicamente referencias nos quedan de ellas. La
primera, El águila y la serpiente, es recogida por Aristóteles y
cuenta cómo tras ayudar a un águila que luchaba contra una serpiente, el
labrador vive salvado por el ave, que no le deja beber del agua
envenenada. El poema aconsejaba distinguir entre el verdadero enemigo y
el enemigo sólo aparente. La segunda fábula, recogida por Aftonio es El caballo, el ciervo y el hombre, y explica cómo, por combatir al ciervo que le quitaba pastos, el caballo aceptó ser esclavo del hombre. Según
Aristóteles, el poema tendría tres elementos: una exhortación a los
himerenses para no otorgar una guardia a Fálaris (elegido general con
plenos poderes), la propia fábula, y la exhortación final, que según el filósofo diría: Así
también vosotros mirad no sea que por querer castigar a los enemigos os
pase lo mismo que al caballo, puesto que ya tenéis el freno al haberle
elegido general con plenos poderes; pero si le dais una guardia y le
dejáis montarse, seréis en adelante esclavos de Fálaris.
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