Se trata únicamente de un amplio fragmento transmitido, junto a su argumento, por Dionisio de Halicarnaso. Lo excepcional de la obra es que, único caso de las conservadas de Iseo, no se trata de una causa de herencia.
Eufileto, hijo de Hegesipo, fue borrado de la lista de ciudadanos por votación de sus compañeros de demo (el de Erquia), con motivo de una revisión general del censo. El asunto se sometió a dos arbitrajes públicos sucesivos (probablemente el segundo tuvo lugar como consecuencia de la muerte del primer árbitro), y ambos árbitros dictaminaron contra el demo. Después de dos años de preliminares y sin que sus compañeros demotas aceptaran la resolución, Eufileto apela a los tribunales en un proceso privado. Cargaba así, decidido a no convertirse en meteco, con el mismo riesgo que los acusados por usurpación de ciudadanía: ser vendido como esclavo y perder sus bienes si su apelación fracasara.
El discurso es pronunciado por un medio hermano de Eufileto, hijo del primer matrimonio de su padre Hegesipo. Sus adversarios mantenían que, aunque hijo de una ciudadana, su padre había sido un extranjero, y Hegesipo lo había reconocido al casarse con su madre. El orador pretende que tal acusación es fruto del odio de algunos miembros del demo, y expone, con fuerza y precisión, diversos argumentos y testimonios de numerosos testigos del origen legítimo de Eufileto.
Para conocer la fecha del discurso, podemos servirnos del dato sobre el censo. Una revisión del censo de los demos fue ordenada por decreto durante el arcontado de Demófilo (346-345 aC). Si se acepta que este decreto da pie al proceso que nos ocupa, y teniendo en cuenta que los arbitrajes públicos llevaron dos años, el discurso tal vez se pronunciara en 344-343 aC. Esta datación implicaría que Iseo continuó produciendo discursos hasta fecha bastante tardía, lo que hace dudar de la autoría a algunos estudiosos.
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