A nuestro entender, el presente capítulo es la única parte aburrida de la obra, debido a la enorme lista de nombres que ocupa la mitad de sus páginas. Tal vez sirviera para dotar a las ciudades de Grecia de un pasado heroico, y es muy posible que muchos nombres sean adiciones posteriores; sin embargo, para el lector actual todos esos nombres, seguidos uno detrás de otro, suponen un plato muy frío.
Zeus manda a Sueño para engañar a Agamenón, haciéndole atacar Troya.
- Anda, ve, pernicioso Sueño, encamínate a las veleras naves aqueas, introdúcete en la tienda de Agamenón Atrida, y dile cuidadosamente lo que voy a encargarte.
Agamenón hace creer a los aqueos que se retiran, para comprobar el valor de cada uno, pero Ulises les hace regresar. Discursos de Ulises y Néstor, insuflando ánimos en los corazones. Formación de las tropas aqueas.
A la muchedumbre no podría enumerarla ni nombrarla, aunque tuviera diez lenguas, diez bocas, voz infatigable y corazón de bronce; sólo las Musas olímpicas, hijas de Zeus, que lleva la égida, podrían decir cuántos a Ilión fueron. Pero mencionaré los caudillos y las naves todas.
Sigue una larga lista (5 págs) de caudillos, ciudades y número de naves.
Iris avisa a Príamo y Héctor del ataque. Héctor forma a sus tropas en la llanura. Lista de las tropas amigas de Ilión. (1 página más).
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